miércoles, 10 de febrero de 2010

INCURSION DE LAS PRIMERAS MAESTRAS EN EL CAMPO EDUCATIVO, SUS CAMBIOS Y AVANCES PARA INCURSIONAR AL MUNDO MODERNO Y PODER REINDICAR SUS DERECHOS LEG

Las primeras maestras incursionaron al campo de la educación marcado por la discriminación femenina. Además la educación estaba a cargo de la comunidad. Sin embargo la idea de fundar escuelas para formar maestros fue acogida por la ley, aunque en ese momento no se tuvo en cuenta a la mujer. Más adelante, en 1842, Pedro Alcántara Herrán y Mariano Ospina Rodríguez establecieron escuelas normales destinadas exclusivamente a los varones; afortunadamente surgieron críticas respecto a la importancia de la educación de mujer dentro de la sociedad ya que se constituía en “la base de la moralidad de un pueblo”. No obstante se dudaba la conveniencia de asignar la educación de varones a una maestra hasta determinada edad o grado de escolaridad, pues “se decía que el carácter maternal de las mujeres estaba acorde con las necesidades de la escuela elemental, era contraproducente para alumnos de avanzada edad por que podrían afeminarse o salir débiles de carácter para enfrentarse a la vida.”
Fueron muchos obstáculos para las pedagogas o institutoras de la época, pero a la vez surgieron aspectos que favorecieron las condiciones para las mujeres dentro del campo educativo. A pesar de las críticas en agosto de 1873 el Congreso de la república, aprobó una partida presupuestal destinada a abrir normales para señoritas en los demás departamentos. En Antioquia fue donde primero se llevó a efecto este decreto; de tal modo que en Medellín se creó en 1875 la primera normal femenina, dirigida por Marcelina Robledo de Restrepo.
En el siglo IX, en Colombia y América Latina iniciaron los primeros cambios y avances de la mujer a incursionar al mundo moderno y a la re indicación de sus derechos legales; para empezar a fomentar los cambios en los papeles tradicionales ejercidos hasta ese momento la mujer surgió en el campo de la política, haciéndose notar en publicaciones.
Fue así como incursionaron las primeras maestras y maestros graduados en Medellín. entre los primeros maestros de la época, se contaban 11 hombres y tres maestras, ellas fueron, María de Jesús Mejía, Lola Gonzales y María Rojas Tejada[1] Cano, esta última quien fuera en 1875 directora de la misma normal donde fue egresada. Además publico la revista mensual femenina creada en 1916 en Pereira, junto con otras maestras como: Concha Gutiérrez, Lola Gaviria y Edith Drews. El lema de la revista" Resume bien tu objetivo si quieres aprender enseña". Con esta revista se pretendía dar a conocer el plantel femenino centro de la cultura femenino fundado el 15 de febrero de 1915 con 5 alumnas. Y formadas por un grupo de maestras capacitadas en establecimientos de renombres de la época. Algunas de la Escuela Normal superior de Medellín.
En la revista se insiste en la "importancia de educar a la mujer, el lenguaje claro y directo, elementos pedagógicos modernos de Frobel, para aquella época basada en la comprensión y no en la memoria, el gusto por aprender y no el miedo al castigo". Todos estos escritos hechos por las propias maestras o traducidos de revistas extranjeras. También Se impulsa sobre otros saberes como la gimnasia, el aprendizaje de ciencias naturales, matemáticas y la filosofía humana. Además daban recomendaciones sobre economía domestica e instrucciones de corte, costura y cocina. Con estas publicaciones se impulsaba al cambio educativo hasta el momento y a los roles tradicionales ejercidos por la mujer. Hecho relevante e iniciado por una maestra que hizo historia.
¿Quién era María Rojas tejada? fue una de las primeras maestras de Medellín, directora de la Normal Antioqueña, de donde fuera egresada, después directora del colegio María de Yarumal (1906) en este lugar, fundadora del primer kínder en nuestro país, siguiendo los métodos y modelos de Peztalozzi y Froebel, quienes sostenían que el niño aprende a través del juego y no por el temor al castigo. Una mujer luchadora y digna representante de las maestras de la época, nació en Concepción (Antioquia).
Otra maestra o pedagoga fue María de Jesús Mejía nació en Itagüí el 27 de marzo de 1876, fue una de las tres primeras maestras graduadas en la normal Antioqueña. Digna de reconocimiento al darle a la institución educativa de su municipio natal Itagüí su nombre. Fue en esta misma institución donde por su desempeño y ardua labor se hizo merecedora en 1904 del titulo “Maestra de la Juventud”. Haciéndose publico de esta manera su (Foto Tomada Del La Pagina http://www.iemariajesus.edu.co/) reconocimiento por su tarea llevada a cabo en el campo pedagógico y/o educativo. Se suma este suceso a lo que ha sido historia y aporte al campo pedagógico de una de las primeras maestras del siglo XX. Recordada y evocada por la señora Mariela Rodríguez, quien también tuvo la oportunidad de evocarle un busto a su menoría, por iniciativa de la Academia Antioqueña de Historia, para perpetuar su efigie señorial en el propio instituto, al cual consagrara los mejores años de su vida.
Así fue como esta docente valerosa y capaz mujer, entrego veinte años de su vida al servicio de la educación Antioqueña dejando un legado a la formación de futuras maestras o pedagogas en Medellín y en nuestra patria.
Otra pedagoga que dejo huella e hizo historia en la pedagogía fue Solina Gallego nacida en 1907, y fallecida en 2004,a la edad de 97 años. Esta ilustre pedagoga nacida en yarumal (Antioquia), creció con sus abuelos, ingreso a los cuatro años de edad al jardín infantil del Colegio María Montessori acerca de educación preescolar, ya que para aquella época era una Institución de las más avanzadas. Allí termino sus estudios de Normalista en 1927, retomo ideas de Montessori para su tesis y por su dedicación a los niños obtuvo el cargo de directora del Jardín María . Su amor por los niños la llevó a fundar en 196o, el kinder “La Casa de Su Niño”. Su labor no paro ahí, más tarde el dolor ocasionado por la muerte de una niña a causa de un cáncer, alumna y hija de una familiar cercana, la llevo a fundar en 1963, la fundación Carla Crista (sin ánimo de lucro) en honor a la menoría de esta . Este jardín inicio en el Barrio Belén las Violetas, y extendido hoy en varios sectores vulnerables de Medellín, especialmente marginados por la pobreza y expuestos a la violencia social. También En 1988 creó la Fundación Ximena Rico Llano, cuya labor es rescatar a los niños de la calle, de uno a cuatro años de edad, para ofrecerles alimento, educación y salud.
Solina instituyó en este Jardín la “Filosofía de la ternura” defendida aún por su presidente actual. Además es autora del libro “Dejad a Los Niños...”; ha recibido varias condecoraciones como reconocimiento a su labor y dedicación con los niños. También escribe la siguiente oración inspirada en ellos “Dulce Jesús Santo Niño, mi madre me habló de ti, y desde entonces sentí, profundo y tierno cariño, cariño (Foto Tomada De la Pagina por ti bien mío, en quien pienso al despertarme Fundacion Carla Cristina) y a quien antes de acostarme mi pura oración envío. Se que descendiste del cielo, desde tu trono brillante a recoger los amantes y a llevarlos al cielo. Todos los niños te amamos, queremos vivir contigo, escuchar tu acento amigo y ver tu faz en el Amo. Haz que nuestro corazón siempre te quiera y te ame, y que en nosotros se derrame tu gracia y tu bendición. “ Sin lugar a dudas es una digna representante que aporto a la pedagogía en el siglo XX , a la niñez y a la sociedad con su labor a favor de la infancia más desprotegida de medellin.
[1] María Rojas Tejada era primahermana del educador y periodista antioqueño Benjamín Tejada Córdoba (1872-1925), el padre del cronista Luis Tejada Cano, a quien ella enseñó a leer. (Véase Alfonso Robledo Mejía, Vida y empresas de Antioquia, Medellín, 1952, págs. 181-185.

martes, 9 de febrero de 2010

FACULTADES DE EDUCACIÓN Y ESCUELA NORMAL SUPERIOR: SU HISTORIA Y APORTE CIENTÍFICO, HUMANÍSTICO Y EDUCATIVO.

José Francisco Socarrás.
Ediciones La Rana y el Águila, Tunja, 1987,169 págs.
“En el año 1936 surgió en Colombia la Escuela Normal Superior, institución inspirada en su homónima de París, con el propósito de formar "maestros de maestros" de gran calidad académica e investigativa.
Era la primera vez que en el país se creaba un establecimiento en el que la formación de docentes se concebía con una visión universalista y moderna.José Francisco Socarras, rector de esa institución durante ocho años, ha escrito un libro en el que hace un recuento de sus fundamentos, desarrollo y aportes a la historia de la ciencia y en general de la cultura colombiana. Esta publicación tiene incalculable valor, si tenemos en cuenta que la memoria de dicho establecimiento ha sido desdibujada en los últimos decenios, a causa de las confusas circunstancias políticas que originaron su desaparición, en el año 1951.
La Escuela Normal Superior ha sido considerada como la matriz humana y epistemológica de las ciencias sociales en Colombia. De ella surgieron importantes centros investigativos, como el Instituto de Psicología Experimental (1937), el Instituto Etnológico Nacional (1941), el Instituto de Altos Estudios Sociales (1942), el Instituto Caro y Cuervo. Además, la Normal influyó en la creación del Instituto Indigenista Colombiano (1944).Tales instituciones marcaron un hito importante en la fundamentación de las disciplinas sociales en el país. En ellas se formaron las primeras generaciones de licenciados en ciencias sociales y en filología, que darán los más amplios frutos en el terreno de la investigación y la docencia.
Este núcleo de intelectuales nutrirá las futuras facultades y departamentos de antropología, sociología, psicología, historia, geografía, filología e idiomas, que se afianzarán en el país a partir de la década del sesenta.Socarrás sitúa en el siglo XIX los antecedentes en la formación de docentes y en la enseñanza de la ciencia, permeadas por la tradición española, y señala los proyectos educativos de Santander, Ospina Rodríguez y los radicales como tres pilares importantes en este sentido. En lo que concierne al siglo XX, sitúa el origen de las facultades de educación en los cursos de información iniciados en el decenio del veinte en las ciudades de Bogotá, Tunja y Medellín. Estos cursos darán pie, entre 1932 y 1934, al surgimiento de tres facultades de educación, de cuya fusión resultará la Escuela Normal Superior en 1936.El libro de José Francisco Socarras, de carácter estrictamente descriptivo, presenta una serie de anexos que incluyen los planes de estudio de la Escuela Normal Superior hasta el año 1944, una lista de los egresados y algunas de las tesis de licenciatura y doctorado.
La última parte contiene una extensa bibliografía sobre la producción intelectual de algunos egresados, la cual es indicador contundente de las proyecciones de la Escuela en el terreno de las ciencias naturales y sociales y de la pedagogía.La monografía de Socarras no es más que un punto de partida que señala un rico filón en el terreno de la historia de la ciencia y de la cultura en el país, que amerita un cuidadoso trabajo interdisciplinario por parte de los estudiosos. En este ámbito se conceptúa que han existido cuatro momentos en los que se han conformado agrupaciones científicas y cuadros intelectuales que volcaron sus esfuerzos hacia el conocimiento riguroso de Colombia, con el fin de inventariar sus recursos materiales y humanos. Estos momentos son: la Expedición Botánica, la Comisión Corográfica, la Escuela Normal Superior y la Universidad Nacional de Colombia. Finalmente, la Escuela Normal Superior ha sido reconocida como el mayor experimento científico y pedagógico del país en el siglo XX.
El libro de Socarras constituye un primer acercamiento a su estudio y análisis”.
MARTHA CECILIA HERRERA,CARLOS LOW

lunes, 8 de febrero de 2010

LA EDUCACION DE LA MUJER EN COLOMBIA, ENTRE 1780 y 1930

Luis Javier Villegas Botero

La historia de la mujer en el campo de la educación está enmarcada por la ausencia de prioridad ante ella, situación que cambia de dirección cuando se piensa que “la educación se encaminaba, principalmente, a hacer de las hijas unas buenas esposas y madres de familia”.

La educación de la mujer tanto en Medellín como en otros lugares del país comenzó a formalizarse mucho después del siglo XVI desde una relación indisoluble con la religión.

Entre las influencias más significativas se encuentra Clemencia de Caicedo, doña Liberata Arango Barrientos y al apoyo de las autoridades eclesiásticas. Quienes contribuyeron al la oficialización de la primera institución para niñas en Medellín “la enseñanza”

Academia Antioqueña de Historia
Tertulia-Foro 31 de agosoto de 2006

domingo, 7 de febrero de 2010

Recopilación: La educación de la mujer-influencia de las Educadoras-

Desde lo que se sabe a nivel histórico referido a la educación, es claro que ésta ha sido orientada principalmente por el aporte de los hombres, pues son ellos los que han pertenecido mas al ámbito público, sin embargo esto también deja develar el aporte de algunas mujeres que de una u otra forma han dado sentido e identidad a la importancia de la enseñanza en busca de una construcción de educación igualitaria, democrática y clave para configurar la esfera de los procesos educativos.

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El alcance de los aportes de estas pedagogas, educadoras, religiosas comprometidas con el desarrollo humano se ha evidenciado en la creación de instituciones educativas o cambios a nivel de la concepción de mujer ya que hay una relación muy estrecha entre la importancia de aprender de la estudiante con su consiguiente rol social, el cual cada vez ha ido ampliándose y configurándose en diferentes ámbitos.

Cabe mencionar a mujeres Antioqueñas como Maria Cano,(la flor del trabajo), Solina Gallego Fernández gestora de la fundación educadora infantil carla cristina y Ximena Rico llano, promotora de los derechos de la niñez de nuestro País., las hermanas venedictinas, Benedikta zur Neaden, Lola González, mujeres gestoras del cambio educativo en nuestra ciudad y que han repercutido enormemente con sus acciones las demás mujeres.
Las razones por las que se ha generado una incapacidad de la escuela para transmitir la educación a la mujer a nivel histórico y que ha marcado de alguna forma el resultado de lo obtenido a nivel pedagógico deja claro que la mujer ha sido designada a un papel marginal en lo publico, aun considerando que se dio un nacimiento de la escuela moderna a partir del siglo XIX en la que la mujer comienza a tener un rol fuera de casa, a pesar su lento y tambaleante posicionamiento social, tanto para las mujeres de comienzos de siglo que se pensaron desde la participación en el cambio social, como las que fueron receptoras de ello, se ha dado un trabajo que modifica patrones de enseñanza, que da otra concepción de escuela, lo cual ha dado credibilidad a sus propuestas y desempeño.

La relación que las mujeres del siglo ix y xx han tenido con la pedagogía ha trascendido el hito de la igualdad de género hasta convertirse en acto tangible, palpable, que no trata de mostrar la supremacía de un poder sobre otro y que incluso no han sido relaciones netamente dirigidas a un esfuerzo epistemológico por dar coherencia al dialogo de la pedagogía con la educación, sino que es posible inferir que ha quedado un letargo en la configuración del sistema educativo con relación a lo que la mujer piensa, deduce, analiza, prueba, lo que les a llevado a determinar acciones como crear, establecer, mantener, capacitar, generar, aspectos que se traducen en lenguaje y acto de nuevas posibilidades y realidades.

Entonces podríamos terminar diciendo ¿Quien es una pedagoga del siglo IX y XX?
Es una mujer constructora cuyo vehiculo es la educación, capaz de levantar su llave maestra con el lenguaje, conocedora de que la fuerza en y con lo humano la llevara por un camino lleno de complejidad, en la cual encontrara satisfacciones, autentica en su actuar, un actuar que caracteriza su naturaleza, la de dar con amor y transparencia.

Ampliación del tema:
http://www.teleantioquia.com.co/EspecialesTeleantioquia/Mujeres/Mujeres.htm
Luz Gabriela Arango Gaviria. Profesora asociada departamento de sociología universidad nacional de Colombia. Mujeres, empleo y trabajo.. Revista cultura y trabajo No 57-58 Agosto de 2002.UDEA
Ana González, Carlos lamas, Ana Aguirre, Cristina Brullet, Teresa Alario, & otros. Mujer y educación. Capitulo 9: Educar para la igualdad, educar desde la diferencia. Rosa y Azul: la transmisión de los géneros en la escuela mixta. 370.82m953 . Editorial GRAO-Barcelona.UDEA

sábado, 6 de febrero de 2010

MARINA QUINTERO: Grandes Aportes a la Pedagogía

La mujer en la Pedagogía, Pedagogía Infantil, Pedagogía y psicoanálisis.

Marina Quintero

Psicopedagoga de la Universidad Pedagógica de Colombia, a través de sus escritos y sus análisis alrededor de la pedagogía nos acerca a una visión ética de la profesión docente en donde el maestro se pregunte por su ser y su hacer; es decir por su deseo de ser maestro y por su actuar en su quehacer.

Desde esta premisa Quintero pone en la mesa de reflexión el deseo humano como determinante en la vida y las acciones del sujeto, pues este contiene y se construye a partir de la historia de cada cual y posteriormente se “traduce en deseo de saber para discípulo y en deseo de ser maestro para el docente”

En cuanto al significado de ser maestro, Marina Quintero trasciende los límites del hacer y en sus libros nos lleva por un recorrido en el cual se logran vislumbrar las dinámicas psíquicas que intervienen en el proceso de aprendizaje, en esa relación maestro-discípulo; en donde intervienen las historias de vida, las subjetividades y los afectos de ambos individuos.

Pues como lo dice la profesora en uno de sus textos, “Solo a partir del conocimiento de sy la reflexión sobre conceptos como transferencia, leu motivación e identificación, podrá el futuro maestro pensar y pensarse constantemente, única vía hacia la adopción de un aposición ética ante si y ante los otros.

Al entrar al marco de lo familiar y su relación con la educación, la autora considera la función de los padres como imprescindible en la formación del sujeto ético, en los vínculos con el otro, llámese maestro o par y con la autoridad.

En este sentido Marina llega aun aporte importante en la construcción del concepto de la función materna desde el psicoanálisis, haciéndolo útil a la pedagogía, en tanto logra una importante caracterización de la función materna como donadora del deseo y de la simbolización de necesidades, como ese primer otro que posteriormente dará al niño sus modos de vincularse, con el maestro, con la escuela y con la sociedad.

De la misma manera la pedagoga trabaja alrededor de los conceptos de maestro y escuela, también en cuanto a sus funciones para con la infancia.

En donde el maestro es aquel representante de la ley en esa conquista de la subjetividad que debe llevar a cabo todo sujeto al inscribirse en la ley. Acotes de Quintero acerca del maestro en textos tales como "Sujeto y Educación", o el impresionante trabajo reflexivo logrado en "Neill, maestro desde un saber no sabido" el cual realiza partiendo de una reflexión entorno a la Escuela de Summerhill de A.S. Neill, en el que concienzudamente logra vislumbrar las dinámicas que operaron en la escuela y que la hicieron lo que es hoy, un hito en la historia de la pedagogía. Es valiosa en gran medida la critica al maestro Neill, en tanto que Quintero abstrae de tal modo la labor del pedagogo que encuentra que los procesos que operaron en la Escuela Summerhill no eran a conciencia de Neill sino que él ignoraba que la transferencia de la norma a sus alumnos era impartida desde si mismo. contrario a lo que todos creen en Summerhill, la ley y la norma si operaron y lo hicieron desde el maestro.

Desde este y desde otros puntos se ve el maestro cono ese sujeto que transfiere, no solo ley sino deseo de saber.

Por otro lado, la escuela es el terreno en donde el sujeto da sus primeros pasos a la sociedad, a otro que no es la familia; en donde se da inicio al establecimiento del propio deseo.

Quintero hace varios aportes no solo en el estudio de la infancia, sino también al de la adolescencia y los problemas de identidad que esta alberga, como consecuencia de las crisis familiares y sociales que se viven en la actualidad.

Es evidente entonces como la pedagoga a lo largo de su carrera docente ha hecho grandes aportes y reflexiones entorno a la profesión del maestro a las dinámicas subjetivas que subyacen con su discípulo, con su deseo de ser y de hacer y como estas influyen en la educación, en el niño y posteriormente en la sociedad.

Libros Recomendados:

.Sujeto y Educación. Hacia una ética del Acto Educativo. (1999)
· A.S. Neill, maestro desde un saber no sabido.
· Los Afectos en el proceso Educativo
· Alexander Sutherland Neill : un acercamiento a su vida y obra : vicisitudes en la construccion de una experiencia educativa democratica : la escuela de Summerhill
· Apuntes para iniciar la comprension del desdibujamiento historico de la funcion magisterial.
. El niño: una metáfora del vínculo paterno.
· El maestro en la perspectiva de la formacion: la emergencia del sujeto en el acto pedagógico.

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viernes, 5 de febrero de 2010

EQUIDAD DE GENERO Y DIVERSIDAD EN LA EDUCACION.

Por: María Elvira Domínguez Blanco.
Universidad Nacional de Colombia.
El campo de los estudios de género y educación en Colombia es muy reciente. Por el contrario, las luchas de los movimientos de mujeres por acceder a la educación comenzaron hace casi un siglo. En los años 70, aparecieron los estudios pioneros en Mujer y Educación en Medellín y Bogota. La inclusión de la categoría género en las políticas educativas solo comenzó con el plan decenal de educación (1996-2004).

En materia educativa, los movimientos de mujeres colombianas desde comienzos de siglo XX insistieron en posicionar la educación femenina en: las agendas y políticas, las estructuras de los sistemas educativos, y los programas de formación y educación para el trabajo. Pero solo hasta la década del 80, con la Ley 51 de 1981 sobre la eliminación de todas las formas de discriminación hacia la mujer, comienza la formulación de programas para las mujeres. Esta convención formula sus orientaciones en los artículos 5 y 10 (Arana, Domínguez, Jaramillo, Mojica y Robledo, 2001).

Desde 1930, han existido censos acerca de la participación por sexos en el sector educativo (alfabetismo, presencia y deserción en la escolarización, número de docentes). Y desde los años 20 comenzaron a hacerse sentir en el país las demandas de las feministas por el derecho de a la educación secundaria y terciaria para las mujeres. Pero solo hasta 1994, se incluyen el concepto de equidad de género en la política educativa, se crean los indicadores correspondientes para desarrollo y planeación social, y los análisis de micro-mezo-macro para orientar medidas de equidad, especialmente durante el gobierno presidencial del período comprendido entre (1994-1998). En el 2003, se incluye el componente de diversidad en la política Mujeres Constructoras de Paz y Desarrollo de la Consejería para Equidad de la Mujer (2003-2006).

El campo de los estudios de mujer y género en Colombia es reciente. Al finalizar el siglo XX comienzan las primeras descripciones e investigaciones acerca de la situación de hombres y mujeres en el Sistema Educativo. En este recorrido, tanto la teoría, como los trabajos empíricos han corrido paralelamente, a diferencia de otras latitudes, donde los estudios de las mujeres visibilizaron sus características demográficas, económicas, históricas y culturales, antes de emerger formulaciones teóricas respecto a la categoría género.

En el Departamento de Antioquia se ha mantenido un seguimiento continuo al tema de la educación de las mujeres y la implementación de la coeducación en las aulas escolares. Este hecho es de gran relevancia teniendo en cuenta, que las luchas de las mujeres por la Educación comenzaron en la ciudad de Medellín hace más de 70 años. El principal problema de las mujeres antioqueñas en la diferencia tan grande entre los logros paritarios de escolarización en secundaria que no parecen traducirse en mayor y mejores empleos para las mujeres. El tema de la coeducación se ha orientado a medidas antidiscriminatorias hacia las niñas, que son muy presionadas a abandonar los estudios para ayudar a la familia y ganar dinero en un empleo remunerado.

En cuanto a la participación docente en la enseñanza, encontramos que las mujeres representan casi el total en educación preescolar, mas de los tres cuartos en enseñanza primaria, cerca de la mitad en la secundaria y menos de un cuarto en la universidad. En la universidad predomina su dedicación parcial y de hora cátedra. Así los niveles iníciales se encuentran feminizados, mientras los hombres ocupan los niveles universitarios de ejercicio de la actividad docente. Esto implica que el trabajo femenino en la enseñanza, reproduce la división sexual del trabajo, colocándolo en un lugar secundario e inferior. Esto tiene serías implicaciones, tanto para la socialización del conocimiento, como para la valoración económica de la profesión, la cual mantiene serios indicadores de precarización.

Los primeros estudios acerca de las mujeres en la educación, buscaron visualizar su papel en la historia política, social y económica del país. Algunos reconocen el papel de las luchas feministas para promover su acceso a la educación. Se reconocen como trabajos pioneros los de Magdala Velásquez, acerca de la condición jurídica y social de la mujer en Colombia (1984), los de Elssy Bonilla y su equipo del CEDE de la Universidad de los Andes (1989), acerca de la situación de las mujeres en la universidad y el trabajo, los de Myrian Zúñiga (1998) en la Universidad del Valle, y los de Margarita Peláez (2000) y Lucy Cohen en la Universidad de Antioquia (2002).

El cambio educativo para las mujeres se debió fundamentalmente a la presencia de nuevos valores hacia el altruismo social, que concedieron importancia a la educación femenina, y su masiva presencia como docente, se naturalizó debido a su “vocación” al maternaje. En este caso, el trabajo de María Solita Quijano, se orienta a fundamentar la aparición social en el siglo XX de dos modelos educativos para las mujeres "educación casera" "educación ilustrada", que posibilita que algunas mujeres puedan avanzar en el sistema educativo y presionar por espacios para las mujeres, blancas, mestizas y de clase alta y media en nuestro país.

En el cambio de siglo, con el gobierno de Andrés Pastrana (1998-2002), la inclusión de la equidad y género en la educación, se realizó a partir de algunos acuerdos locales e intersectoriales que dependieron de voluntades políticas y negociaciones previas de las mujeres en planes de gobierno que resultaron apoyados por cargos de elección popular en algunas alcaldías y gobernaciones.

En el gobierno de Álvaro Uribe (2002-2006) ha recibido poca visibilización el tema de la equidad de género en su programa “la revolución educativa” del Ministerio de Educación Nacional. La Consejería para Equidad de la Mujer a través de la política “Mujeres constructoras de paz y desarrollo”, ha impulsado el Programa Nacional en Género y Diversidad, el cual se promueve a través del Acuerdo Nacional para la equidad entre hombres y mujeres (2003), en todas las entidades del estado para desarrollar presupuestos sensibles al género. Desde hace diez años la Gobernación de Antioquia con su oficina de equidad de género para las mujeres, ha impulsado el tema de la coeducación con las secretarias de Educación.

jueves, 4 de febrero de 2010

MUJERES QUE RECONSTRUYEN LA HISTORIA DEL CEFA

Recorrer la historia del siglo XX es recorrer la historia de la mujer Colombiana y Antioqueña y por lo tanto la de esta institución.

A comienzos del siglo en la capital de la montaña comienza a dársele auge a la educación femenina, no basta con confirmar la verdad sabida que la mujer antioqueña es “Maestra por excelencia en el aula sagrada del hogar”, se busca prepararla racional y gradualmente en instituciones puestas para ello.

En 1911 el doctor Luis de Greiff, Clodomiro Ramírez y el doctor Pedro Pablo Betancur fundan el colegio Central de señoritas cuya primera directora fue la señorita Matilde Tisnés.

El Instituto comenzó a funcionar desde enero de 1936 bajo la dirección de la señorita LOLA GONZÁLEZ MESA. Como reacción a esta iniciativa que se consideraba de la más pura estirpe liberal, laica, surgió la contrapartida con respaldo clerical, la llamada Normal Antioqueña de Señoritas dirigida por la señorita MARÍA JESÚS MEJÍA, allí habrían de resguardarse las más caras tradiciones conservaduristas de Antioquia. El bachillerato será el eje de estudios del cual derivarán otros grados menores para las señoritas que no deseen seguir cursos profesionales.
La enseñanza tendrá un carácter principalmente científico, como corresponde a una base de la universidad, pero no se descuidará el cultivo moral de la mujer dentro de las normas del hogar y se atenderá lo que respecta a la educación religiosa a lo dispuesto por el concordato.

Se proyectan las siguientes secciones: bachillerato, normalista, contabilidad general, secretaria de oficina y corresponsal, corte y confección, modelado, industrias domésticas, curso de decoración de interiores y cursos de enfermería y administración de hotel.

LA SEÑORITA ENRIQUETA SECULI BASTIDA, Española, de origen Catalán llega a Medellín en 1937. Con escándalos para la tradicionalista sociedad antioqueña, promueve un estatuto comportamental para la mujer, sin salirse de la norma y el respeto; costumbres, usos y modas fueron puestas en tela de juicio y ello polarizó a los Medellinenses que se expresaron por los diferentes medios. Ella abrió en el Instituto una escuela nocturna para mujeres trabajadoras, que permitió la calificación de éstas y su vinculación competitiva al trabajo. Se quería formar enfermeras, secretarias, administradoras de hoteles y clínicas, igualmente se les enseñaba idiomas, corte y confección, artes, culinaria, dibujo industrial y artístico.

Compilación realizada por el profesor:
Jorge Mario Otálvaro Ochoa
disponible en: www.cefa.edu.co