martes, 9 de febrero de 2010
FACULTADES DE EDUCACIÓN Y ESCUELA NORMAL SUPERIOR: SU HISTORIA Y APORTE CIENTÍFICO, HUMANÍSTICO Y EDUCATIVO.
José Francisco Socarrás.
Ediciones La Rana y el Águila, Tunja, 1987,169 págs.
“En el año 1936 surgió en Colombia la Escuela Normal Superior, institución inspirada en su homónima de París, con el propósito de formar "maestros de maestros" de gran calidad académica e investigativa.
Era la primera vez que en el país se creaba un establecimiento en el que la formación de docentes se concebía con una visión universalista y moderna.José Francisco Socarras, rector de esa institución durante ocho años, ha escrito un libro en el que hace un recuento de sus fundamentos, desarrollo y aportes a la historia de la ciencia y en general de la cultura colombiana. Esta publicación tiene incalculable valor, si tenemos en cuenta que la memoria de dicho establecimiento ha sido desdibujada en los últimos decenios, a causa de las confusas circunstancias políticas que originaron su desaparición, en el año 1951.
La Escuela Normal Superior ha sido considerada como la matriz humana y epistemológica de las ciencias sociales en Colombia. De ella surgieron importantes centros investigativos, como el Instituto de Psicología Experimental (1937), el Instituto Etnológico Nacional (1941), el Instituto de Altos Estudios Sociales (1942), el Instituto Caro y Cuervo. Además, la Normal influyó en la creación del Instituto Indigenista Colombiano (1944).Tales instituciones marcaron un hito importante en la fundamentación de las disciplinas sociales en el país. En ellas se formaron las primeras generaciones de licenciados en ciencias sociales y en filología, que darán los más amplios frutos en el terreno de la investigación y la docencia.
Este núcleo de intelectuales nutrirá las futuras facultades y departamentos de antropología, sociología, psicología, historia, geografía, filología e idiomas, que se afianzarán en el país a partir de la década del sesenta.Socarrás sitúa en el siglo XIX los antecedentes en la formación de docentes y en la enseñanza de la ciencia, permeadas por la tradición española, y señala los proyectos educativos de Santander, Ospina Rodríguez y los radicales como tres pilares importantes en este sentido. En lo que concierne al siglo XX, sitúa el origen de las facultades de educación en los cursos de información iniciados en el decenio del veinte en las ciudades de Bogotá, Tunja y Medellín. Estos cursos darán pie, entre 1932 y 1934, al surgimiento de tres facultades de educación, de cuya fusión resultará la Escuela Normal Superior en 1936.El libro de José Francisco Socarras, de carácter estrictamente descriptivo, presenta una serie de anexos que incluyen los planes de estudio de la Escuela Normal Superior hasta el año 1944, una lista de los egresados y algunas de las tesis de licenciatura y doctorado.
La última parte contiene una extensa bibliografía sobre la producción intelectual de algunos egresados, la cual es indicador contundente de las proyecciones de la Escuela en el terreno de las ciencias naturales y sociales y de la pedagogía.La monografía de Socarras no es más que un punto de partida que señala un rico filón en el terreno de la historia de la ciencia y de la cultura en el país, que amerita un cuidadoso trabajo interdisciplinario por parte de los estudiosos. En este ámbito se conceptúa que han existido cuatro momentos en los que se han conformado agrupaciones científicas y cuadros intelectuales que volcaron sus esfuerzos hacia el conocimiento riguroso de Colombia, con el fin de inventariar sus recursos materiales y humanos. Estos momentos son: la Expedición Botánica, la Comisión Corográfica, la Escuela Normal Superior y la Universidad Nacional de Colombia. Finalmente, la Escuela Normal Superior ha sido reconocida como el mayor experimento científico y pedagógico del país en el siglo XX.
El libro de Socarras constituye un primer acercamiento a su estudio y análisis”.
MARTHA CECILIA HERRERA,CARLOS LOW
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Las épocas han cambiado, y con ello nuestra forma de pensar y pensarse, aunque aún subsisten vestigios de un pasado que ha marcado el papel que tienen las mujeres en el campo educativo, social y político. A pesar que se ha dado mayor participación, sigue existiendo una práctica y una visión patriarcal en la manera como se desarrolla la sociedad.
ResponderEliminarLas mujeres, y sobre todo las que se dedican a la labor educativa, han logrado con gran esfuerzo posicionarse en cargos que anteriormente sólo eran ocupados por los hombres, y aún así, son estos los que tienen los puestos más importantes hoy en día.
En el recorrido histórico que se hace de la educación por y para mujeres, podemos observar cómo las instituciones religiosas tuvieron a su cargo dicha responsabilidad en aquellos tiempos, y cuyo “objetivo era formar mujeres ejemplares para los hogares antioqueños, en las virtudes fundamentales”. Y aunque pueden haber muchas críticas y existir opiniones diversas sobre la educación que era impartida y sobre el lugar y la valoración que se le daba y se le da a las educadoras, no se puede desconocer el contexto histórico en que se desarrollaron los hechos, y que hoy en día pone a la mujer como actor principal en la educación infantil. Ya que es innegable que en las carreras que tienen que ver con la educación infantil hay un predominio femenino.
“Si quieres aprender enseña”